Sembrando en el desierto 3


Con la publicación de su primer libro traducido del japonés, La revolución de una brizna de paja, a finales de los años 70, Masanobu Fukuoka causó un gran impacto en miles de personas en todo el mundo. En él contaba cómo, tras experimentar un profundo cambio de consciencia, dejó a un lado el paradigma de la ciencia moderna e inició una relación con la naturaleza basada en la sensibilidad natural y el conocimiento intuitivo, dedicándose al cultivo de la tierra y de sí mismo. Generó en su finca familiar un vergel que producía abundancia de todo tipo de alimentos con un rendimiento mayor que el de las granjas convencionales a la par que regeneraba el suelo y no contaminaba, todo ello sin labrar la tierra, sin introducir insumos externos ni emplear ninguna tecnología moderna. Había demostrado la validez de su filosofía, la cual ponía en evidencia la visión dominante de la modernidad y el progreso.

En una sociedad que comenzaba a tomar consciencia de la creciente dependencia mundial del petróleo para la generación de alimentos, semejante experiencia caló hondo y generó (y continúa haciéndolo hoy) una enorme motivación en mucha gente que buscaba caminos hacia la sostenibilidad. Fukuoka, que nunca antes había salido de Japón, comenzó a recibir invitaciones y a recorrer el mundo. Lo que vio en estos viajes le produjo una impresión inequívoca y terrible: La Tierra se está convirtiendo en un desierto a causa de la acción humana.

Masanobu Fukuoka dedicó los últimos 30 años de su vida a una nueva obra, Sembrando en el desierto, y se entregó por completo a la causa de la regeneración de la Tierra. Viajó, observó, investigó las causas de la desertificación, promovió sin descanso iniciativas para la regeneración vegetal de los desiertos, conversó con políticos, científicos, campesinos, refugiados y logró varias experiencias exitosas. Tras su fallecimiento en 2008, su pupilo Larry Korn, que 30 años antes había traducido aquél decisivo primer libro, se embarca en la adaptación al inglés de su última y definitiva obra, Sembrando en el desierto.

En este libro Fukuoka recoge la experiencia y el aprendizaje de la última gran etapa de su vida, relatándonos sus viajes con gran viveza y expresando con sencillez sus finas observaciones sociales, su comprensión de la naturaleza, su humor y su maravillosa sensibilidad; nos conecta con toda la complejidad y belleza que se manifestaron en su camino a medida que aquellos proyectos de regeneración de los desiertos tomaban forma al entrar en contacto con la realidad. Él soñaba con los seres humanos cooperando por el reverdecimiento de la Tierra en lo que llamaba "el Segundo Génesis". Pero para poder retornar a la vida natural, insistía en que debemos ser capaces de desapegarnos del ilusorio paradigma del conocimiento moderno y volver a mirar a la naturaleza con los ojos limpios de un niño. La restauración de la Tierra y del corazón humano, decía, son un único e indesligable proceso.

La historia continúa aquí y ahora y está en nuestras manos. Este pequeño gran libro está a punto de aterrizar en la desertizada Península Ibérica, en castellano y portando consigo un sueño vivo y un llamado a nuestros corazones ¡Se necesitan sembradores en el desierto!

“Si erradicamos la falsa concepción de la naturaleza, creo que desaparecerán las raíces del desorden mundial” 

Masanobu Fukuoka

 

Dibujo de Masanobu Fukuoka

Ilustración de Masanobu Fukuoka

Editan:

Cauac Editorial Nativa

Cauac Editorial Nativa

Cooperativa Bosque Madre

Cooperativa Bosque Madre

Red de Permacultura Sureste Ibérico

REPESEI


Acerca de Luis Gil Pérez

Soy entre otras cosas permacultor, facilitador de redes, organizador de encuentros, diseñador y fermentador. Me encanta aprender, por eso soy Símada, viajo por iberia apoyando proyectos alternativos a la vez que sigo aprendiendo en cada uno de ellos. He participado activamente en diferentes movimientos sociales, activistas y alternativos. Como Murcia Despierta, Radio 15M Murcia, La Espiral del Sureste Ibérico, Las Ramicas, Cauac Editorial Nativa, la Red Ibérica de Ecosldeas... y he coordinado, junto a buenos permacultoes/as, la Red de Permacultura Del Sureste Ibérico durante algunos años. Me encanta escuchar, expresar mis emociones, los fermentos, hacer experimentos, diseñar, jugar, la naturaleza salvaje, los árboles antiguos, las tradiciones ancestrales y la música en vivo y en directo.

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